En la actualidad, la cada vez mayor conciencia ecológica de las sociedades a nivel mundial ha propiciado el auge de energías renovables tales como las plantas solares y la energía fotovoltaica. Asimismo, dicha conciencia ecológica también se ha empezado a hacer notar en sectores industriales tan importantes como lo es el sector textil.
En efecto, a raíz de la preocupación medioambiental, ha surgido la denominada moda sostenible, la cual se fundamenta en dos pilares básicos. En primer lugar, la moda sostenible apuesta por garantizar unas condiciones de vida y de trabajo dignas para los trabajadores del sector textil, quienes han visto durante décadas cómo sus derechos laborales y sociales han sido vulnerados sistemáticamente.
En segundo lugar, la moda sostenible trata de asegurar que los medios de producción textil sean respetuosos con el medio ambiente. Para ello, en lugar de emplear materiales sintéticos derivados del petróleo, se centra en la utilización de materiales naturales producidos ecológicamente, tratando así de reducir al máximo el impacto negativo en el medio ambiente. Lo ideal sería que tanto el consumidor como las fábricas productoras adquiriesen su energía a partir de una central solar, de plantas solares de energía fotovoltaica o de energías renovables en general, algo que en un futuro no muy lejano será una realidad.
Además, la moda sostenible también hace hincapié en la necesidad de reutilizar la ropa de una temporada a otra, así como en el uso de ropa de segunda mano. De esta forma, el impacto medio ambiental se reduce drásticamente, pues disminuye el consumo de materias primas, el transporte y la contaminación de millones de litros de agua que se emplean en los tintes textiles.
En definitiva, la moda sostenible supone la toma de conciencia por parte de las empresas productoras y de los consumidores, todo lo cual redunda en el beneficio de todos.