Cada vez es más frecuente leer en la prensa titulares que hablan de los récords de uso de la energía fotovoltaica, y esos máximos de consumo irán a más. El mundo es cada vez más consciente de la necesidad e importancia de las energías renovables y las plantas solares están entre las instalaciones más habituales para producir estas energías limpias. Para principios de 2016, se espera un nuevo récord de producción y comercio de paneles fotovoltaicos.
En el primer semestre de 2016, se acaban los plazos de construcción de muchas instalaciones, además de los créditos fiscales y las medidas de apoyo similares para la energía solar en China y Estados Unidos, así que se acelerará la construcción de los centros de producción para que no quede ninguna central solar inacabada cuando termine el plazo. China y Estados Unidos son los dos grandes mercados del sector, junto a Japón, India y Reino Unido.
Pese al fin de las ayudas, no se espera una caída inmediata de los precios, sino todo lo contrario. Por una parte, están las medidas antidumping en Estados Unidos, que impedirán una caída de los precios espectacular en la primera mitad del año pasado. Por la otra, la disponibilidad limitada de paneles fotovoltaicos a escala mundial durante esos meses, debido a la gran demanda que se espera en China y Estados Unidos y que, a su vez, provocará una mayor demanda en otros países, tras el fin de las ayudas.
Eso sí, los expertos vaticinan una caída de la demanda global a partir de 2017, por culpa de la bajada de precios, debido al parón en sus dos principales mercados y a la acumulación de stocks. Una de las posibilidades de evitar ese descenso en la demanda de paneles es que aumente la demanda en terceros países o que se vuelvan a activar políticas favorables e incentivos a la producción de energía solar.