La sensibilidad de administraciones, ciudadanía y empresas ante la responsabilidad en el sostenimiento del planeta es cada vez mayor. Una central solar de helióstatos, la energía fotovoltaica o la llamada ingeniería verde son ejemplos de ello.
La Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, promotora de la economía verde con acciones como Empleaverde y la red Emprendeverde afirma que el medio ambiente es “una oportunidad de negocio clara, capaz de generar empleo y riqueza, y una vía para garantizar una economía sostenible a largo plazo». Y las cifras ilustran ese potencial campo que las empresas quieren aprovechar.
Se están produciendo cambios en las formas de consumo, de producción o de relación con el entorno que, además de ser indispensables, suponen oportunidades de negocio que contribuyan a cambiar los paradigmas económicos y sociales en beneficio de la sostenibilidad del planeta. Empleaverde ha contribuido, desde 2007, a la consolidación de 2.300 empresas, la formación de más de 55.000 personas y la creación de más de 500 empleos directos. Estas son algunas de las iniciativas:
ASTROTURISMO, de Avenia, es una propuesta que genera desarrollo, turismo y sensibilidad ambiental ante la contaminación lumínica en zonas rurales de Guadalajara, Cáceres, Teruel y Tenerife.
ITZUBILDE de la Asociación Cluster de Industrias de Medio Ambiente de Euskadi (ACLIMA). El proyecto facilita la implantación de plantas solares fotovoltaicas en suelos recuperados de vertederos clausurados y en cubiertas de instalaciones industriales de tratamiento de residuos. Itzubilde optimiza el aprovechamiento del suelo, contribuye al desarrollo sostenible y a la producción de energía renovable, a la vez que realiza acciones de sensibilización y favorece la reconversión profesional del sector de residuos.
MALGAS, de AST Ingeniería, potencia las oportunidades de las microalgas para la depuración de aguas residuales, la fijación de CO2 (oxigenación de la atmósfera) y la producción de biocombustible.
Estas son solo unas pequeñas muestras de las múltiples posibilidades abiertas por la economía verde; una economía a la que empresas y particulares intentan acercarse más a través de sus múltiples variantes.