Los habitantes de la Tierra son superados en número por los árboles en una proporción de 422 a 1, tal y como revela un estudio de la Universidad de Yale. Las energías renovables, las plantas solares, la energía fotovoltaica y el concepto de central solar representan desarrollos energéticos sostenibles en un mundo mucho más verde de lo que se creía.
Estudios anteriores habían sostenido una cantidad de árboles en todo el planeta siete veces menor. El estudio de Yale, el más completo de todos hasta la fecha, ha sido toda una sorpresa para la comunidad científica.
El estudio de la universidad norteamericana cifró en más de tres billones la cantidad de árboles en todo el mundo y la marca señalada de 422 árboles por cada ser humano, aunque también se estima que la mancha verde que forman los grandes ejemplares vegetales solo es el 54 % de los que existían cuando se inició la civilización humana. Análisis anteriores habían proporcionado estimaciones de 400.000 millones de árboles, es decir de 61 grandes vegetales por persona.
El descubrimiento de más árboles ha sido el resultado de la aplicación combinada de rastreos de detalle por satélite, del cotejo de informaciones nacionales sobre masas forestales y de los análisis y mapeos a nivel del suelo.
Los resultados del estudio, que han sido publicados en la revista Nature, representan la evaluación tecnológica más completa sobre distribuciones arbóreas de todos los tiempos. Ofrece una visión del impacto del desarrollo humano en el medio natural en tanto que los árboles son componentes críticos de la biodiversidad.
Las mayores concentraciones de árboles del mundo se encuentran en la actualidad en las extensiones boreales del planeta, las zonas subárticas del norte de América, Escandinavia, Rusia y una larga franja en la parte septentrional de Siberia. Densidades de árboles que no extensiones forestales, ya que las más amplias se corresponden con áreas tropicales y sus selvas, donde se concentra el 43 % de los árboles de todo el mundo. Por otro lado, las zonas boreales acogen el 24 % de todos los árboles y solo un 22 % crece en las zonas más templadas del planeta Tierra.
Este amplio estudio hay que leerlo dentro del contexto de otros análisis realizados en los últimos años y que se refieren, si no a la recuperación de los bosques primarios del mundo, sí al avance de las extensiones de zonas de bosque (en Europa y especialmente en España), que son producto de políticas medioambientales con una trayectoria sostenida de casi cien años. Además de producto del impacto positivo del uso de energías renovables, como la adopción de proyectos de plantas solares, de energía fotovoltaica o del modelo de central solar con apoyo público y privado.
La Tierra se deja ver ahora como un mundo más verde de lo que se creía.