Cuando se habla de aprovechar las energías renovables, no siempre se cuenta con grandes infraestructuras como una central solar o unas plantas solares.
A pequeña escala, en el hogar, el autoconsumo energético tampoco es algo exclusivo de las placas solares que aportan potencia fotovoltaica a la vivienda.
Existe otra manera de aprovechar las horas diurnas, el calentador solar.
El calentador solar es un aparato que ha demostrado alta eficiencia a la hora de proporcionar agua caliente a la vivienda. Consta de un colector o panel termosolar que transfiere la radiación del sol al agua que fluye por su sistema de tuberías.
Un contenedor, térmicamente aislado, almacena el agua y se conecta al colector a su entrada y salida, de forma que el líquido recircula entre ambos aparatos durante el transcurso del día. Por supuesto, existen múltiples modelos con diferentes características técnicas, materiales y estructurales que permiten aumentar la eficiencia del aparato.
La radiación solar captada por el colector se convierte así en energía fotovoltaica almacenada en el tanque en forma de agua caliente para el uso doméstico. Normalmente, el calentador solar cuenta con un calentador eléctrico de apoyo para compensar carencias. Sin embargo, dependiendo del modelo y tamaño, es posible llegar al 100% del rendimiento.
¿Cuáles son las ventajas del calentador solar?
– Cuenta con una fácil instalación. Ocupa poco espacio y se puede adaptar a instalaciones solares previas en la vivienda.
– Necesita poco mantenimiento. Es un aparato de altísima durabilidad, que bajo un funcionamiento normal, solo necesita limpiar su colector cada 4-6 meses, para facilitar la captación de luz solar.
– Repercute un ahorro en combustible y electricidad. El calentador se alimenta de la infinita y gratuita energía solar, que es garantía de economía y sostenibilidad.
– Es ecológico. No emite residuos de CO2, ni partículas, ni cenizas.
En definitiva, es una buena opción para un hogar sostenible que quiera ahorrar dinero y evitar emisiones dañinas.