El rápido desarrollo de las energías renovables en determinados países durante los últimos años ha favorecido la proliferación de grandes infraestructuras sostenibles, entre las que las plantas solares y eólicas son las más reconocidas.
Hoy, en España la energía eólica supone una de las principales fuentes de energía renovable gracias a su seguridad y su bajo nivel de impacto medioambiental. Frente a pocos puntos en contra, las ventajas de los aerogeneradores son muchas:
• Es una energía con muy bajo poder contaminante, solo superada por la energía fotovoltaica. La ausencia de combustión en su producción evita el envío a la atmósfera de grandes cantidades de material contaminante, como sucede con las energías que precisan la quema de carbón o petróleo.
• Produce grandes cantidades de energía; prácticamente igual o más que la generada por una central solar. Se calcula que un aerogenerador eólico es capaz de producir una energía similar a la obtenida tras la quema de mil kilogramos de petróleo.
• La energía eólica no incide ni afecta sobre las fuentes de agua, al no necesitarlas para su generación ni provocar vertidos en ellas.
• Tampoco incide ni altera los suelos donde se plantan los aerogeneradores, ya que el trabajo de los mismos no precisa de movimientos de tierra ni arrastre de sedimentos. Además, en el momento de su desmantelamiento, la retirada o la implantación de un aerogenerador no tiene por qué alterar en gran medida el suelo sobre el que se asienta.
• El transporte de la energía derivada del trabajo de una planta eólica no tiene lugar mediante el uso de tuberías ni vehículos a motor como camiones, barcos o aviones. El transporte de la misma se lleva a cabo generalmente sin suponer un impacto medioambiental notable.
• En comparación con otras formas de producción energética, especialmente con aquellas derivadas de los combustibles fósiles, la energía eólica cuenta con un menor nivel de gastos en su desarrollo. Este menor gasto es debido, en cierto modo, a la ausencia o menor impacto de costes derivados.
• En el conjunto de un parque eólico, cada turbina puede tener una vida útil aproximada de veinticinco años. Este dato, comparado con el bajo impacto ambiental que suponen estos modernos molinos, deja bien patente la sostenibilidad de este tipo de plantas generadoras de energía renovable.
• Hay que tener en cuenta, además, que España es un país con fuertes zonas de viento, por lo que se cuenta con un terreno propicio para la generación de este tipo de energía. En términos generales, una turbina eólica trabaja siempre que el viento alcanza una velocidad superior a los diez kilómetros por hora, considerándose como máximo rendimiento un viento que sople a más de cuarenta.
En definitiva, la energía eólica se considera cada vez más como una de las mejores opciones para el futuro.