En la actualidad, gracias al creciente interés por la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad del Estado de Bienestar, la sociedad cada vez demanda con mayor ahínco soluciones energéticas basadas en las energías renovables, como, por ejemplo, las plantas solares y la energía fotovoltaica, así como también la energía creada en una central solar.
No obstante, esta preocupación medioambiental no se reduce exclusivamente al ámbito de las energías renovables, pues la conciencia ecológica invita a crear soluciones originales y de gran utilidad, para fomentar el consumo responsable de la energía y los alimentos.
Así, la creación de huertos urbanos es una práctica que se está extendiendo en los últimos años, debido al surgimiento de tiendas especializadas, que ofrecen soluciones para su cultivo, y a la difusión de estos a través de Internet.
En efecto, los huertos urbanos gozan de gran aceptación gracias a múltiples beneficios. Entre estos beneficios, cabe enumerar los siguientes:
-Contribuyen a la disminución del CO2 de las ciudades, pues el dióxido de carbono es asimilado por las plantas, para realizar la fotosíntesis.
-Dan color y vitalidad a balcones, azoteas y jardines, gracias a la frondosidad de sus hojas y al colorido de sus flores y frutos.
-Son un método ideal para combatir el estrés, mientras se desarrollan las labores de cultivo y cuidado del huerto.
-Ayudan a la concienciación por el respeto a la naturaleza y al medio ambiente.
–Fomentan el autoconsumo y limitan el derroche de alimentos y del agua y de la energía que se emplean en la producción a gran escala de tales alimentos.
En consecuencia, los huertos urbanos son unas de las grandes apuestas ecológicas para la sostenibilidad medioambiental que, junto con el empleo de energías renovables (tales como las citadas plantas solares y energía fotovoltaica), configuran un panorama mucho más esperanzador de lo que parecía, hace tan solo unos años.