Además de la energía eólica o energía fotovoltaica, aprovechada en una central solar o las plantas solares, las energías renovables pueden obtenerse de otras fuentes. Por ejemplo, el propio planeta. La energía geotérmica es un importante recurso que va haciéndose su sitio con tanta discreción como extraordinario potencial.
La energía geotérmica aprovecha el calor del interior de la Tierra para generar electricidad. Las altísimas temperaturas que se pueden encontrar bajo la superficie se convierten en un aliado en la lucha por la sostenibilidad y reducción del consumo de combustibles fósiles. ¿De qué manera se produce la energía geotérmica?
En las plantas de energía geotérmica se inyecta agua líquida en el suelo mediante pozos subterráneos, para que, al calentarse entre las grietas del interior de la corteza terrestre, se convierta en vapor a alta presión. Ese vapor asciende por un pozo de recuperación y se recoge, a la vez que acciona turbinas con las que se genera energía eléctrica. Al enfriarse, el agua vuelve a estado líquido y puede volver a inyectarse.
Existen otros usos de la energía geotérmica. El agua caliente y vapor pueden usarse, directamente, como método de calefacción doméstica, por ejemplo. Sin embargo, el potencial de generación eléctrica es especialmente atractivo y así lo entienden dos grandes de la industria energética geotérmica, la japonesa Toshiba y la estadounidense Ormat Technologies.
Ambas compañías se han aliado para ofrecer servicios de generación de energía, investigación tecnológica, evaluación y construcción, lo que supone un gran respaldo para la expansión y el aprovechamiento de la energía geotérmica, en particular; y las energías renovables, en general. El primer proyecto conjunto se llevará a cabo con una planta de 35 MW de la región de Menengai (Kenia), de gran actividad volcánica. Esta será una de las tres plantas que forma parte de un gran proyecto de regeneración industrial, energética y económica keniata.