Durante años, las energías renovables parecían estancadas en España y, pese a los obstáculos que se encuentran por parte del gobierno central, poco a poco ganan terreno, aunque sea en el ámbito local.
Unas de las novedades más recientes son los cargadores callejeros solares, unas plantas solares urbanas en las que cualquiera puede aprovechar la energía solar y recargar su smartphone o tablet gratis. Se trata de una medida que existe desde hace tiempo en Nueva York o países como Chile y que ayuda a conseguir unas ciudades más sostenibles, inteligentes y amigables con el medio ambiente.
Los cargadores solares que se han instalado en varias ciudades españolas miden 2,70 metros y la central solar tiene una mesa para dejar el teléfono móvil. Además, vienen equipados con asientos para que el usuario pueda esperar sentado mientras su smartphone o tablet se carga. El cargador funciona a través de un USBe Charger y las condiciones de carga son las mismas de las que se dispone al conectar un cargador a la red eléctrica convencional.
Por ahora, se pueden encontrar USBe Charger Street Charger en las calles de Madrid, Barcelona, Valladolid, Ibiza o diferentes ciudades de Guipúzcoa. Por ejemplo, en la capital de España, no hace mucho que se instalaron una serie de USBe Charger en el paseo de Madrid Río.
Estos, en concreto, son unos cargadores que, además de permitir recargar la batería de los dispositivos mediante la energía fotovoltaica, incluyen luces LED, lo que le da un toque más ecofriendly a la noche madrileña, que destacaba por la su elevada contaminación lumínica.
Gracias a estos cargadores, nadie se quedará sin carga y sin acceso a Internet. El siguiente paso en el camino hacia una ciudad más inteligente y sostenible es la instalación de una segunda tanda de cargadores solares USB en la calle que, además, ofrecerá acceso a bluetooth y WiFi.
La sociedad actual depende cada vez más de los dispositivos móviles, así que la instalación de estos mecanismos cada vez en más ciudades no deja de ser una buena noticia, que ayudará a hacer algo más cómoda la vida a sus vecinos, aunque ya no podrán poner la excusa de que se quedaron sin batería.
En principio, el WiFi y bluetooth no son las únicas novedades que presentará la que se puede considerar segunda generación de cargadores solares urbanos, ya que también se les añadirá un sensor con el que se medirán, en tiempo real, los niveles de contaminación del lugar donde estén ubicados.
Así, los ciudadanos tendrán más información sobre el aire que respiran y podrán comparar los diferentes niveles de polución entre los diferentes puntos de la ciudad, sin olvidar la concienciación sobre los graves efectos de la contaminación en el planeta.