Los resultados de los últimos estudios demuestran que los hogares españoles aumentan su malgasto de energía. Las inversiones en central solar y energía fotovoltaica no evitarán los malos hábitos. A continuación, se expone una relación de productos comunes del hogar y el gasto energético que producen, además de algún consejo para evitarlo.
El estudio realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) sobre consumo energético del sector residencial en España deja patente la cantidad de energía malgastada por los hogares españoles. Por ello, la inversión de ingeniería en plantas solares, energía fotovoltaica y central solar no bastará para cubrir la demanda.
En primer lugar, el frigorífico, con algo más del 30% del gasto de energía. Es recomendable asegurarse de que funciona correctamente (se puede ahorrar el 25% del gasto). Evitar dejar la puerta abierta mucho tiempo y asegurarse de que la temperatura media es correcta ayudarán a reducir el consumo.
La televisión se sitúa en segundo lugar, con casi el 15% del gasto. Hay que recordar apagar el botón stand by, pues, si se mantiene encendido, consume tanto como un ordenador a pleno rendimiento. Elegir televisiones con tecnología LED supone una reducción considerable de gasto, respecto de otras tecnologías.
Con el 12% de gasto energético se sitúa la lavadora. Los trucos más empleados para reducir su consumo son: ponerla siempre llena, utilizar el programa de lavado en frío u optar por ciclos de lavado cortos.
En último lugar, los hornos y lavavajillas gastan el 10 y 6%, respectivamente. En estos aparatos, es recomendable utilizar el calor residual y usarlos, en el caso de lavavajillas, cuando estén llenos.
Estos son los electrodomésticos que más consumo realizan. Los demás quedan por debajo del 6% total. Hacer un uso responsable para disminuir el gasto innecesario supone un ahorro significativo para la economía familiar y evita pagar en exceso en la factura.