La sociedad está más preocupa por el cuidado del planeta, ya que este está cada vez más degradado. Se modifican los hábitos, se usan energías limpias, la eólica, la energía fotovoltaica. Una opción que ayuda a favorecer este respeto por el medio ambiente es la ingeniería sostenible, la construcción de casas respetuosas con el medio.
El primer aspecto a tener en cuenta a la hora de construir una casa ecológica es el espacio donde se quiere construir. Habrá que hacer un análisis del terreno según sus características y los efectos que la construcción puede tener en él, eligiendo el lugar más adecuado.
Lo segundo a tomar en consideración son los materiales que a emplear para la construcción de la casa. Lo ideal es que sean materiales ecológicos, no dañinos con la naturaleza y del entorno cercano. Maderas de árboles de crecimiento rápido como el bambú, materiales de albañilería tradicional o reciclados, etc.
Otros factores importantes son los recursos utilizados. Una casa ecológica debe funcionar conservando los recursos naturales: agua, calor, alimentos; también debe almacenar otros recursos para luego utilizarlos. Esto se puede hacer mediante la energía solar a través de placas o plantas solares, el aprovechamiento del agua de la lluvia, etc.
Además, vivir en una casa ecológica presenta múltiples ventajas también en el ahorro económico. Por ejemplo, los materiales de la zona resultan más baratos y la implantación de placas solares es una única inversión que reportará energía y calor durante mucho tiempo.
Cada vez se utiliza más la energía del Sol. Las empresas de energía invierten en plantas solares y en alguna central solar para obtener energía fotovoltaica. Se utilizan las radiaciones del Sol y esa energía calorífica se convierte, mediante células fotovoltaicas, en energía eléctrica. Se puede obtener dicha energía a través de estas instalaciones y también teniendo placas en casa.
Sin duda, la construcción sostenible es una inversión de futuro.